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La irrupción de la inteligencia artificial en el sistema educativo

 

 

La División Salud Estudiantil y el Plan Educativo Cultural de la Administración Nacional de Educación Pública promovieron el “Primer debate sobre inteligencia artificial y educación”, que contó con la argumentación de diez expertos en la temática. Las exposiciones abordaron el impacto y la inclusión de esta tecnología en las aulas desde distintas perspectivas.

La actividad fue moderada por el coordinador del Plan Educativo Cultural, Horacio Bernardo, quien afirmó que el debate “es un ejercicio dialéctico que permite no solamente presentar argumentos sino también escuchar objeciones, refutaciones y someter a la crítica en vivo las propias posiciones, para poder reflexionar y enriquecer cada una de las posturas”.

Por su parte, la directora de la División Salud Estudiantil, Carolina Ponasso, señaló que estamos vivenciando un momento histórico donde los cambios se suceden de manera acelerada generando incertidumbre. En este contexto, expresó que “el lugar que ocupaba tradicionalmente la educación está siendo interpelado”.

Por ello, es fundamental propiciar espacios donde se “promueva el pensamiento crítico, la reflexión colectiva y la escucha al otro: todo lo que tiene que ver con la argumentación y la contra argumentación, tan importante en esta época en que la producción de subjetividad cambió y los vínculos cambiaron”.

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En la primera parte del debate los especialistas reflexionaron desde distintas posturas acerca de si nuestro sistema educativo está preparado ante la irrupción de la inteligencia artificial.

Eduardo Mangarelli recordó que este debate cobró fuerza a partir del año pasado, cuando surgió la tecnología de Chat GPT "que se metió con algo tan relevante como la interpretación y generación del lenguaje".

"¿Cuáles son las pautas y recomendaciones que nos llevan a acompañar a los estudiantes en el uso adecuado de esta tecnología? Porque podríamos hablar de los usos negativos, como puede ser el falso sentido de completitud o los errores que puede cometer esta aplicación”.

Fabián Barros opinó que nuestro sistema educativo no está preparado, así como la mayoría de los sistemas educativos del mundo no lo están. “Tampoco lo están otras áreas y sistemas dentro de la sociedad. La inteligencia artificial es un desafío transversal y mundial”, aseguró.

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Límites de las tecnologías

Agustín Courtoisie expresó que desde una visión más crítica que optimista, la inteligencia artificial bajo sus distintas prácticas puede impactar en el empleo. “No se me escapa tampoco que también están ocurriendo cosas muy negativas que la gente no sabe, por ejemplo hay investigaciones que han mostrado que muchas de estas tecnologías requieren mucho trabajo humano por detrás. En particular, las redes sociales que no funcionarían sin los miles y miles de trabajadores fantasmas que están para distinguir cosas tales como un video porno, ya que los algoritmos son muy malos para ello”. 

“Los días que estoy optimista pienso que es un bobo grandote muy poderoso que nos puede matar, pero que hay que llevar de la mano para que cruce la calle, y de cada lado de la calle se precisa el liderazgo del Estado para mitigar el impacto, y del otro lado una comunidad ferviente que se apropie de modo ciudadano los conocimientos de la ciencia y la tecnología”.

Roberto Balaguer señaló que esta discusión debe centrarse en el encuentro entre la persona, la máquina y la cultura, “una tríada que se interrelaciona de muy diversas maneras. ¿Cuál será el límite entre el estudiante y la inteligencia artificial en un sistema educativo que en general tiende a ser bastante natural?”.

En este encuentro, precisó que “el componente humano, la habilidad crítica, las nuevas competencias que se ponen de manifiesto serán cruciales para hacer un uso realmente inteligente de esa inteligencia artificial, y que no sea algo supletorio y venga a generar ese temor de que los chiquilines no van a pensar si lo usan. Si no piensan será por otras múltiples razones”.

Desde una postura contraria, Jorge Delgado afirmó que la inteligencia artificial debe ingresar al aula porque forma parte de la vida del niño y de las familias. “No puede estar fuera de la educación formal porque justamente estaríamos ignorando esa preparación del estudiante para el futuro, porque sí o sí será parte de su vida. Nuestro sistema educativo tiene un largo, rico y prolífero recorrido en la incorporación de tecnología”.

Por otro lado, Enzo Puglia apuntó al componente tradicional del sistema educativo que “está centrado en el docente, tiene como foco la evaluación de tipo prueba y no así a la elaboración formativa, y en contraposición nos encontramos con distintas tecnologías que tienen una interacción mucho más fluida con los estudiantes y en ese sentido son más personalizadas e interactivas”.

Además indicó como desventajas que nuestro sistema “es más bien rígido” y le cuesta adaptarse a los cambios. También hizo énfasis en que no todos los docentes están formados para integrar la inteligencia artificial en su práctica en el aula. “No hay una propuesta sistematizada que ataque el desarrollo de la competencia digital docente, que es clave para la inclusión de cualquier tipo de tecnología en la educación”.

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Influencia en los aprendizajes

Durante el segundo bloque de debate, los especialistas se enfocaron en si la inteligencia artificial dificulta o propicia los aprendizajes.

Juan Pedro Mir dijo que los educadores temen a las innovaciones, aspecto que calificó como una de las lógicas del espacio docente. “No obstante, las distintas herramientas tecnológicas han propiciado y han democratizado el acceso al conocimiento y la educación. Y si uno ve el continuo, lejos de ser un mundo menos informado, menos solidario, menos democrático, con menos bienestar, si algo ha demostrado el siglo XX, a pesar de las terribles guerras y enfrentamientos, es que todos vivimos mejor que nuestros abuelos. Por ello creo que esta es una oportunidad y por eso creo que el sistema educativo tiene que propiciar el desarrollo de nuevas herramientas cognitivas”.

Por su lado, Pablo López Gómez apuntó a la problemática interacción de las tecnologías con los niños en su etapa de desarrollo más temprana. “Tenemos niños que aún no saben leer y ya interactúan con la idea de otros que forman parte de su socialización y que no necesariamente son humanos y eso es nuevo”.

“Estamos frente a un fenómeno absolutamente distinto a lo que antes habíamos visto y que posiblemente tenga un impacto parecido a lo que tuvo la escritura en términos de civilización. Es muy difícil pensar cómo impacta en los procesos de aprendizaje la inteligencia artificial, cuando todavía no sabemos cómo impacta en el desarrollo clásico”, reflexionó.

Leandro Folgar hizo hincapié en los aspectos positivos que podría aportar la inteligencia artificial en lo que refiere al diagnóstico de los estudiantes. “Podemos tener modelos predictivos que nos indiquen cómo apoyar o ayudar mejor a ese estudiante. Una plataforma puede, entendiendo cómo ese estudiante se acerca al conocimiento, proponerle desafíos para continuar desarrollando alguna habilidad concreta”.

“La inteligencia artificial permite que la retroalimentación con el estudiante esté más disponible para más estudiantes porque se automatiza parte de ese proceso, y le permite al docente tener mejor información de qué tipo de retroalimentación puede beneficiar más a cada estudiante”, destacó.

Por su parte, Elena Modzelewski realizó una crítica a los sesgos algorítmicos que también terminan trasladándose a los espacios cotidianos. De este modo, manifestó que “la inteligencia artificial generativa responde a las posiciones mayoritarias de la sociedad, porque no hay que olvidar que la información que toma, guarda y reproduce proviene de la misma internet. Es decir que proviene de lo que decimos los seres humanos, por lo que tiene los mismos sesgos que tenemos nosotros”.

Esta realidad plantea un problema, ya que “si le preguntamos a la inteligencia artificial sobre cosas sobre las que creemos nos dirá la verdad -porque tiene acceso a mucha más información que nosotros como pequeños seres humanos- seguramente estaré recibiendo información con sesgos racistas, clasistas, sexistas, edadistas, entre muchísimos otros”.